El mismo perro con distinto collar

15.07.2010 16:42

No es la primera vez que oigo que los políticos son el mismo perro con distinto collar. Quizás sea una comparación un poco desafortunada, pero a esta expresión no le falta razón. Sin ánimo de generalizar, pero generalizando a la par, observo que se ha perdido el objetivo de gobernar, de poder conseguir el bien común para todo un pueblo. Pocos estudiantes hay de Derecho que tengan una verdadera vocación, lo que genera políticos que sólo piensan en alcanzar y alargar, en la medida de lo posible, su permanencia en el poder, sin pensar en lo que es más conveniente para la población y no únicamente para él mismo y su partido.

 

El 29 de junio el Tribunal Constitucional se pronunció sobre el Estatut. Se aprobó prácticamente en toda su totalidad exceptuando varias ideas como que Catalunya fuera considerada una nación; que nuestra justicia estuviera por encima de la española; que tuviéramos la última palabra en el tema de impuestos; y que la lengua catalana fuera prioritaria, por delante de la castellana.

Pero a todo esto, los políticos continúan sin ver la parte positiva de la sentencia del TC y continúan obcecándose en estos cuatro puntos que no se han aprobado. No olvidemos que lo importante para ellos es su futuro y permanencia en el cargo y, si han de jugar con los sentimientos de toda una nación y hacer eterna una confrontación sin sentido entre ellos, la oposición y quienes quieran más –y como consecuencia hacer separar a comunidades españolas entre sí-, pues adelante.

Manifestación pro Estatut y triunfo de la selección española

 

Pero llegó el día, y una parte del pueblo se lanzó a la calle un 10 de julio empujado, en parte, por políticos y medios de comunicación. Lo impresionante de esta manifestación masiva es que me atrevería a asegurar que ni siquiera tres cuartas partes de las personas que estaban allí no sabía exactamente el motivo de su protesta ya que, de seguro, ni se habían leído el Estatut. La mayoría te diría que era cuestión de reclamar al Estado y Gobierno español que los catalanes éramos una nación y que los españoles intentan destruir nuestro pequeño país quitándonos nuestra lengua, cultura, etc. Y ya no entraré en debates de independentismo que, a mi modo de ver, no era en ningún caso el motivo de la manifestación.

Lo más gracioso es que justo 24 horas más tarde, el 11 de julio, la selección española de fútbol hacía historia en Johannesburgo, Sudáfrica, alzándose con la Copa que les otorga durante cuatro años como los mejores del mundo. De forma espontánea, a miles de kilómetros de allí –exactamente 7.965,081027846238 Km.-, la población catalana saltó a la calle y demostró que, lejos de lo que intentan nuestros políticos, nos sentimos catalanes y a la vez españoles. Y lo demostraban infinidad de banderas rojigualdas y catalanas colgadas en los balcones, conviviendo a la par las unas con las otras.

España tiene todo lo que se podría desear como país

Es un orgullo formar parte de un pueblo con su propia historia y lengua y pertenecer, además, a un país repleto de diversas culturas, gentes, dialectos, lenguas y con infinidad de virtudes más. Y es que España, en su totalidad, tiene todo lo que se podría desear como país: distintos climas (mediterráneo, atlántico, subtropical y polar), desiertos, playas, islas, océanos, montañas y picos, sierras, volcanes, ríos y un largo etcétera más. Deberíamos estar orgullosos de que nuestro gran pueblo pertenezca a un país de tanta variedad como es España. Aquí tenemos de todo, existen tantos lugares y culturas distintas que visitar que la hacen única. Y es por ello que los políticos deberían tratar de generalizar esta idea en todo el país, unificarnos y dejar de crear confrontaciones entre comunidades. Cada pequeña población que configura lo que es España tiene su propia historia y tradición pero, a la vez, una cultura y valores que nos definen y que tenemos todos en común. Que tomen ejemplo de la actual campeona del mundo y de sus virtudes, que han dado la vuelta al mundo, y que son un claro ejemplo para todos. La unión de catalanes, asturianos, sevillanos, madrileños, vascos, valencianos, albaceteños, etc. ha hecho que pudieran conseguir alcanzar su objetivo, su sueño y el de todos. Ahora que empiecen los políticos, ellos tienen el poder que les ha otorgado el pueblo, ahora les toca a ellos hacer su trabajo.

 

Noelia Hernández

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